El humedal se abastecía de su propia microcuenca, almacenando y regulando algunos causes menores, y su caudal desembocaba en el río Juan Amarillo.
Actualmente cuenta con la capacidad de almacenar agua en forma permanente y recibe un aporte hídrico continuo de aguas freáticas y lluvias, y en menor medida, residuales.
Estas características permiten que el humedal cumpla las funciones de nicho ecológico, además de actuar como filtro purificador de las aguas residuales provenientes de algunos barrios aledaños y también almacena aguas residuales vertidas en forma directa.
Hoy se está recuperando gracias a los trabajos de descontaminación de sus aguas ejecutados por parte de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, y al proyecto de recuperación del humedal que adelanta el DAMA.
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